MOMENTO PLAYERO

Bueno, que se acercan las vacaciones!!!!!!!!!!!!! Yupi!!!!!!!!!!!!

Ya hablamos un día del momento en el que te pruebas el bikini, pero hoy me pondré con el momento playero… Lo primero que hacemos cuando ya llega el momento del primer chapuzón es probarnos los bikinis de año pasado. Te das cuenta de los kilos nuevos y de los bikinis viejos, y aunque el año pasado pesabas lo mismo, siempre crees que has engordado.

En fin, después de probarte los bikinis que tienes, sabes que te comprarás al menos uno nuevo para este verano. Esta temporada en Sfera se lo han currado mucho con toda la colección, pero la línea de baño la han bordado. Hay muchos modelos y yo ya tengo alguno fichado que no sé cuánto tiempo aguantaré sin ir a comprármelo (es q este mes ya he cometido un pecado de 60€ de tacones, pero yo creo que van a ser una gran inversión, aunque sea me los pondré para estar en casa!!). A lo que íbamos… También en Oysho he visto bonitos bikinis y a muy buen precio.

Suponiendo que ya tenemos los bikinis elegidos, los viejos y los nuevos, y una vez elegido el lugar donde pasaremos nuestras vacaciones, os voy a trasladar al momentazo en el que pisas la arena de la playa por primera vez en el año…

No sé si os pasará a vosotras, pero aunque en la tele siempre sale la chica mega ideal, con su bikini, su cesta de mimbre (un must have de esta temporada), y su chico todo monísimo con un bañador de lo más trendy, yo nunca me veo así. Mi situación sierpre suele ser algo parecido a esto: llego a la playa mega sedienta, cargada con la cesta, se me cae algo, me quemo los pies, y mi novio parece un vendedor ambulante cargado con la sombrilla. El momento “clavo la sombrilla” me parece lo menos erótico del mundo: es asqueroso.

Una vez que ya has plantado tu sombrilla, empiezas a sacar tu casa de la bolsa: la esterilla, el periódico, el móvil, la cinta del pelo… Y lo peor de todo: extender la toalla encima de la esterilla. Cuando ya casi la tienes bien puesta, tu chico te pisa de espaldas sin querer, y tienes que empezar de nuevo. Eso, si no viene la típica vieja y se tropieza contigo.

Al fin te tumbas al sol, todo está tranquilo, miras al horizonte, respiras y hueles a mar, mmmmmmm. A mar, a crema de zanahoria, de coco y de lo que sea (macedonia???). Vuelves a relajarte, miras a tu lado y tu chico está absorto con la radio pq corre Alonso (joder con Alonso, está hasta en la playa!!).

Cierras los ojos, y… Sorpresa!!! Un niño sale corriendo y te llena de arena. Joderrrrrrrrrr!!!! Intentas sacudirte pero como tienes crema, se te queda pegada. Aggggg. “Cariño, me voy a bañar”. “Vale, yo me quedo aquí, que es la última vuelta”.

Llegas tímidamente a la orilla y ups, qué frío! Venga, vamos. Te metes. El primer baño de mar del año es el mejor porque te sientes como cuando eras pequeña, pero luego ya, te cansas. Estás en tu salsa con las olas, pero claro, nada es para siempre… Llega una ola, te da 500 vueltas y sales como las medusas, con todo el pelo en la cara y escupiendo agua salada. “Me salgo, ya he tenido bastante”. Y sales toda digna hacia tu sitio, metiendo barriga, con la espalda recta y pensando que estás un poco blanca. De repente tu novio te mira y te hace señales. También los chicos que están jugando a la pelota te miran y te dicen algo que no entiendes… Y cuando estás casi llegando a tu sitio tu chico te mira y te dice: “Cariño, ejem… Tápate, q estás enseñando tus encantos a media playa”. Vale, genial. Te miras y la parte de arriba de tu bikini parece un collar de alguna tribu indígena.

Para intentar quitarte el sofoco del momento chica bond, tu chico te trae una piña colada del chiringuito. “Qué mono es”, piensas. Y cuando le estás dando tu primer sorbito, otro niño salvaje sale corriendo, te tira tu piña colada y te vuelve a llenar de arena. Joderrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!

Y luego dicen que la playa es un sitio para relajarte y quitarte el estrés!!